“LOS ROSTROS DE UN CONFLICTO"

En las calles del trágico escenario de aquellos años hay rostros fundidos en las paredes con el afán de ser recordados; la lluvia ha borrado parte de sus facciones, el tiempo ha hecho ilegibles sus nombres, esperan que su causa tenga voz, que no desaparezca su memoria.

Los transeúntes pasan a su lado sin reparar en sus historias, en la familia que quedó vacía, la ciudad poco a poco les olvida, son las víctimas de un conflicto que tal vez no se resolvió del todo.

Que sus rostros perduren en el tiempo, que no se pierda la memoria para no repetir la atroz historia...”

Un día como hoy, se firmó la paz, personalmente recuerdo aún tal evento, aunque a tan corta edad, difícil era comprender que no se trataba solamente de fuegos artificiales.

El proceso de negociación de la paz inició en 1987 y concluyó el 29 de diciembre de 1996, con la firma del Acuerdo de paz firme y duradera, fueron suscritos por el Gobierno de la República de Guatemala y la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca -URNG-, para dar fin a la guerra y decretaron la paz entre el Ejército de Guatemala y la Guerrilla, un conflicto que azotó al país durante más de tres décadas. El enfrentamiento empezó en 1960 y dejó un saldo de 250 000 entre muertos y desaparecidos.

Los presidentes de Guatemala que participaron en la negociación de los Acuerdos de Paz, que contemplan 300 compromisos específicos, son Vinicio Cerezo Arévalo, quien gobernó de 1986 a 1991, Jorge Serrano Elías, de 1991 a 1993, Ramiro de León Carpio, de 1993 a 1996, y Álvaro Arzú Irigoyen, de 1996 al año 2000.

En otros países, eventos traumáticos como estos se conmemoran con respeto, aprendiendo de los errores y reconociendo responsabilidades. La división es una herida que debe cerrar.

Foto: Valerie