ALE MURALLES Y SUS “NO NEGOCIABLES” CREANDO CONTENIDO

“Me autopercibo como humorista, cínico, orador y diseñador. Vivo en Guatemala, pero mi patria no es terrenal…” Alejandro Muralles.

Reside en Guastatoya, El Progreso, Guatemala. Nació un 27 de septiembre de 1993, tiene una hermana menor, y si usted desliza por la pantalla de su móvil en las redes sociales más populares, seguramente ha visto alguno de sus videos. Conversé con el humano detrás del usuario @aletsgot.  Ale, es un guatemalteco al que la fama, no le sorprendió, ya que se ha preparado para este momento desde hace más de una década como creador de videos de humor blanco. 

Su referente de comedia, desde muy joven, ha sido, Chespirito. En la etapa escolar, Muralles, no era el más extrovertido, pero sí quien estaba dispuesto a sorprender con su carisma y ocurrencias; solía dejar un dibujo en el pizarrón al final de la jornada para atraer la atención de la chica que le gustaba; era quien usualmente sorprendía con exposiciones llenas de material audiovisual o relatos fuera de lo común; su mente siempre estaba imaginando, creando contenido.

Mientras conversamos, su creatividad es perceptible, esa chispa para tener las respuestas siempre al alcance, sin titubear. La seguridad es una de sus fortalezas, tal como lo es el diseño gráfico, a lo que solía dedicarse antes de convertirse en un “influencer”. Las reproducciones de varios de sus videos suman cientos de miles, también se acumulan saludos de personas que le reconocen por las calles y le piden una fotografía. Sobre la fama, Ale está convencido de que es Dios quien se la permite para transmitir de alguna forma Su Palabra. 

Lo curioso del alcance de Alejandro es que en un mundo virtual en el que lo que atrae es lo vano o lo vulgar, él ha logrado llegar a millones de usuarios transmitiendo abiertamente su mensaje cristiano. Para él, Dios es el centro de todo y aprovecha las interacciones con sus seguidores para dejar algún mensaje al respecto. 

En sus cuentas, Alejandro, publica, aparte de sketches cómicos de la vida cotidiana, publicidad para empresas a través de videos con humor que promueven sus servicios, cabe mencionar que da gusto verlos porque el anuncio, con tanta gracia, no se siente. Las propuestas le llegan de todos los rubros, las marcas buscan exposición, y tienen un amplio presupuesto para lograrlo, sin embargo, no todos los comercios son bienvenidos en el feed de Ale Muralles; sus “no negociables” están claros al momento de trasladar las cotizaciones de sus producciones: no tabaco, no alcohol, no preservativos, ni nada que promueva lo anterior. 

Muralles se ha preparado en la rama del entretenimiento, ha estudiado el arte del stand-up, la estructura de los chistes, y ha perfeccionado la ardua tarea de la edición de contenido, ahora tiene un equipo que le ayuda a manejar su agenda; es exigente con lo que crea, siempre busca alcanzar la mayor calidad y cada producción puede tomarle hasta dos semanas de preparación; su personaje, es el de un joven sarcástico, cómico y 100% chapín, esto último lo ha llevado a ser parte de anuncios de marcas reconocidas nacionalmente.

Para, Ale, el siguiente capítulo de su vida es un reto que esperaba con emoción y agradecimiento, un nuevo capítulo que se adapta a su estilo y que está seguro es parte del plan de Dios en su vida; me menciona un versículo para referirse a ello: “Todo lo que te viniere a la mano para hacer, hazlo según tus fuerzas; porque en el sepulcro, adonde tú vas, no hay obra, ni industria, ni conocimiento, ni sabiduría.” Eclesiastés 9:10. Muralles, será ahora conductor de un programa familiar televisivo en Guatevisión.

En ocasiones, sus videos pueden parecer los de un personaje, que es, hasta cierto punto, arrogante; en sus palabras y entre risas amables me dice: “Yo sé que me pesa la frente y tengo cara de empurrado…” pero esto dista mucho de la persona con la que converse durante más de una hora. Un joven dispuesto a proyectar principios bíblicos y que disfruta del pollo en salsa junto a un “muñeco de tortillas” y aguacate o un caldo de res. 

Un “influencer” con los pies firmes sobre la tierra y una fe inquebrantable de llegar al cielo. A mi parecer, un joven admirable por destacar con valores en un espacio digital en el que la cordura se está quedando atrás.