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  • Foto del escritorValerie Rodas

JOSÉ: DE MTV AL RESPLANDOR 📺


MTV se caracterizaba por sus anuncios e internos excéntricas y sinceramente, siempre pensé en a quién se le ocurrían y cómo se hacían. Jamás imaginé que un día tan común como un jueves de caminata por el centro histórico conocería a un creador digital, a uno de esos artistas que dieron forma a minutos del icónico canal musical. Conocí a José Wolff, el guatemalteco que más allá de haber trabajado para MTV, resultó ser una de esas personas con las que es sencillo conversar durante horas tratando de comprender sus geniales conceptos y apreciaciones del arte y la vida.


Homero es un querido amigo, en realidad es más como familia para mí, tiene ya varias décadas de experiencia en la vida y trabaja en el Centro Cultural Municipal, hacía semanas me había contado de la exposición de un artista que llevó televisiones análogas y animaciones “extrañas”, él lo ayudó a armar todo, su fascinación por este personaje me contagió y finalmente con tiempo disponible visité la exposición, un jueves; José Wolff estaba llegando también para hablar de su obra a estudiantes, tuve suerte.


Wolff pasó hace poco los 45 años, creció entre la zona 4 capitalina y la colonia Monte María en la zona 12, sus padres le ayudaron para completar sus estudios universitarios en el extranjero apoyados en su instinto al saber que su hijo era siempre el dibujante de la clase, desde niño. Wolff estudió en una de las mejores universidades de arte digital de EE. UU. La Savannah College Of Art&Design, allí conoció a Ricardo de Montreuil, un compañero de clase que es ahora cineasta y que en aquel momento, alrededor de 1997, le pidió a José que le ayudara con una animación 3D para MTV, aquella creación que incluía un robot animado en 3D, fue un éxito y encantó a los directores quienes no creían que este fuera un trabajo que pudiese hacerse sin un gran y costoso  equipo de producción a cargo. Y fue así como el guatemalteco comenzó su carrera como freelancer en MTV Latinoamérica, trabajó luego para el canal Locomotion y posterior a ello regresó a MTV LA durante el 2000 al 2003 con el cargo de productor de promos. Wolff estaba ubicado en Miami, había logrado el sueño de cualquier artista digital pero el entorno no era precisamente lo que José disfrutaba, estuvo un tiempo trabajando en Guatemala y posteriormente regresó a producir y crear en canales de televisión de habla hispana, se asentó en Los Ángeles California durante una década.


José volvió a la ciudad porque extrañó la calma de sus raíces, actualmente trabaja junto a su hermano en un negocio familiar que es totalmente ajeno al arte y lo combina con exposiciones en galerías, trabajos freelance de animación en reconocidas agencias de publicidad y también presentando sus pinturas en espacios culturales y galerías. A Wolff le emociona cuando los jóvenes y estudiantes se interesan por su trabajo; mientras guiaba el recorrido yo podía observar la pasión y excentricidad con la que explicaba cada una de las secciones de su más reciente exposición, los jóvenes se sentaban libres en el piso a escucharle, atentos a los detalles de las televisiones antiguas y los sonidos que José Wolff acertadamente incluye en su obra. En términos muy simples, la exposición presenta los puntos como la más mínima pero fuerte expresión para la creación de todo y el recorrido incluye diversos salones, los colores y formas hacen que uno viaje en el tiempo y el espacio, resulta hasta introspectivo detenerse frente a una pared con sonidos y animaciones gigantes que envuelven el pensamiento, es difícil de explicar. Le invito a visitarla todos los días hasta el sábado 4 de marzo en el Centro Cultural Municipal, ubicado en la 7 avenida 11-67, zona 1 de la ciudad de Guatemala.


José disfruta en un viejo radio la música de la nostalgia, de Juan Gabriel, Rocío Dúrcal, José José y todos aquellos cantantes que nos evocan la calma de la mesa llena décadas atrás, vive ahora una etapa más tranquila de su vida ya que anteriormente pasó por el Heavy Metal, Punk y distintas variaciones de música electrónica pero los años de vivir a mil por hora se detuvieron, al menos por ahora.

Ha viajado alrededor del mundo, ha conocido varios artistas, culturas, gastronomía y su trabajo ha sido reconocido y solicitado por artistas como Miranda, Plastilina Mosh, Gaby Moreno, entre otros. Wolff Es un guatemalteco que no salió del país para dejarlo atrás, sino que se ha dedicado a exaltar los frutos de esta patria. Para un almuerzo se alegra con un plato de Subanik o de las mollejas de pollo preparadas con la receta familiar, disfruta de los atoles y variedad de platillos chapines; sucede que debido a su amplio paso por el mundo se ha vuelto casi un experto culinario y reconocido escritor de reseñas de restaurantes en el mundo de las redes sociales, cuando me habla de ello es también agradablemente extenso para expresar sus ideas y es que percibo mientras conversamos cómo ordena en su mente la creatividad de sus pensamientos.


Parte de su trabajo incluye también un cortometraje con el maestro Joaquín Orellana, dicha conversación le marcó luego de compartir amenamente en el histórico bar Granada de la zona 2 capitalina con el ilustre compositor, allí escuchó al maestro recitar un poema de Rubén Darío que le inspiró para nombrar su más reciente exposición: Un resplandor sobre la cruz.


Conversar con José ha sido una de esas entrevistas agradables, llenas de sorpresas y que espero usted también , estimado lector, haya disfrutado.


De su exposición:

“Un punto es la expresión mínima de un dibujo. Puede ser un punto de partida, un punto final, un punto que conecta con otro punto para formar una línea, a veces imaginaria. Son puntos que deciden quedarse llenos, como pelotas, como canicas, como manchas. Los puntos de José Wolff para esta exposición son más que una imagen lúdica, son también el proceso de años de trabajo en animación digital y una carrera internacional que le ha permitido experimentar con el arte digital en distintos formatos, y convertirse en uno de los exponentes más importantes de este medio en Guatemala. La animación de Wolff empieza con la geometría, pensándola como la mayor síntesis de una imagen. El punto, la línea son para él una metáfora del pixel y el vector, pero también una forma de alcanzar lo mínimo de una composición. Mientras que la estética Lo-Fi es una referencia a las condiciones de calidad de imagen de los medios que usaba en sus inicios, como los televisores viejos. Para esta exposición, encontramos obras que dan cuerpo a imágenes digitales. Formas fantasmagóricas que ocupan un lugar por su soporte. Las televisiones le dan a los puntos un marco para jugar y le dan a los espectros humanos una corporalidad matérica. La imagen digital se vuelve escultórica…” – Josseline Pinto


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