Un apresurado señor, de esos de siempre que andan por el Portal del Comercio, con camisa de manga arremangada y corbata de color, hizo una breve parada para comprarse una “bolsita mixta” con el billete de Q5 en mano; le pregunté desde cuándo come los afamados “churritos” y con nostalgia avalada por su cabello cubierto de canas, me respondió que desde siempre, tanto tiempo que ya ni recuerda cómo contar los años, felicitó por la tradicional receta a quien los sirvió y continuó su camino a paso de centro histórico, a ritmo de “mandado”.
62 años han transcurrido desde la receta familiar original de estas delicias, sabor que ha predominado durante varias generaciones. Se preparan en el momento, de lunes a sábado desde las 8 de la mañana hasta las 5 de la tarde, lo correcto para el responsable de cuidar el pequeño espacio en el histórico Portal, es apilarlos en forma triangular y servirlos muy calientes, hay dos clases a disposición, frescas rosquitas y los clásicos rellenos de manjar. Espolvoreados con azúcar, los pequeños churros son ¡fabulosos! como dijo el apresurado comensal, deberían ser declarados Patrimonio Cultural.
