PANCHORIZO: EL CHAPÍN DETRÁS DEL BIGOTE
- Valerie Rodas

- 4 mar 2020
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 15 abr 2020
Su bigote requiere por lo menos seis minutos del día de cuidado y preparación, con total seriedad me asegura: “...el bigote me da equilibrio y me conecta con las estrellas…”; preparen en su imaginación música de circo, con trompetas, tambores y algo de jazz, con ustedes, el único, el cómico, el intrépido, el “entertainer”, señores, señoras, niños y niñas, perros y gatos, un fuerte aplauso para ¡Panchorizo! y su nueva puesta en escena “ICARO”, basada en la mitología griega, un clásico de las artes escénicas con un giro que no puede perderse ya que la atrevida versión narra dos historias, la leyenda del hombre que quiso volar y la historia de Soledad, quien tiene un pájaro enjaulado en su apartamento al que llamó... ÍCARO, una comedia llena de acrobacia, danza y malabares que plantea que todos estamos en nuestra propia jaula y lo mucho que vale la pena salir, pero ¿qué haremos cuando estemos en libertad? Leslie Romero, acróbata y bailarina contemporánea junto a Panchorizo, lo dejarán todo en el escenario para descifrar este misterio; por mi parte, le contaré del guatemalteco, de Pancho Toralla con quien tuve el agrado de conversar.
El payaso de las cuatro décadas comenzó su carrera de “entertainer “, como prefiere identificarse, en los semáforos, haciendo un viaje por Sudamérica en el año 2000. Su trabajo evolucionó al teatro de calle, así recorrió México, Europa y regresó a Guatemala en el año 2006, Pancho es mixqueño, una persona extremadamente agradable, un comediante natural, humilde y de sonrisa contagiosa. Al regresar a Guatemala realizó su primer trabajo para sala llamado “Panchorizo a la Cart” y es por esta obra que conservó su nombre artístico conocido internacionalmente. Toralla ha diseñado 14 comedias para público familiar, las últimas cuatro con divertido contenido intelectual, entre ellas “sueños de Dalí”, “Chopan”. “El bigote de el Quijote” y actualmente ÍCARO.
Pancho supo que quería dedicarse a sacar sonrisas desde la época escolar, pero en sus palabras “...lo confirmé el día que ví a Monica Sarmientos y Jorge Ramírez dándolo todo en las tablas allá por 1994…” y desde allí despegó con toda la pasión y vaya que ha llegado lejos, uno de los momentos memorables en su carrera fue el primer show que hizo en solitario en una plaza en Quito, Ecuador en 1999 y por supuesto presentarse en el Madison Square Garden en Nueva York, en la gira con Ricardo Arjona en 2018 fue un episodio para erizar la piel, de la gira con Arjona me cuenta que lo impulsó a nuevos públicos, en palabras de Panchorizo “...para mi fue como un premio por mis 15 años de trabajo en semáforos, parques y teatros, volví a las mismas ciudades donde trabajé en semáforos y plazas, desde ciudad de México hasta Buenos Aires, fue como vivir 2 vidas…”
En sus tiempos libres, cuando no está por ahí divirtiendo a quien se cruce en su camino, escucha jazz, reggae o funk, para dar un show que entretenga a todos utiliza diversas técnicas, desde la danza hasta ser bufón; a Pancho la vida misma es la que lo inspira a ser artista de lo cómico, al descubrir esa delgada línea entre la tragedia y la comedia en cada situación del día a día. Es un artista completo, que sabe entretener con puro talento y malabares, sus shows son espectaculares, conmovedores, una terapia para el alma. La comedia “ÍCARO” es la número 15 del guatemalteco, Toralla muestra en esta pieza sus veintitantos años de experiencia en Imaginación, narrativa, música y humor, por ello está recomendada para niños desde los 5 hasta los 100 años, de 101 en adelante ya son adultos por lo que asiste bajo su propia discreción.








Comentarios