DETRÁS DE LAS BANDERAS
- Valerie Rodas

- 14 sept 2019
- 2 Min. de lectura
“Nosotros vendemos de todo seño, todo el año nos adaptamos” me dijo, no viéndome a los ojos porque estaba enfocada en el paso de los carros para no perder una venta. Según datos del INE del 2018, más de cuatro millones de guatemaltecos se dedican a la economía informal, es decir a la comercialización de servicios y productos sin regulaciones administrativas tales como contratos laborales, prestaciones y pago de impuestos. “Rosa”, de un metro cincuenta de estatura aproximadamente, de tez morena y ojos grandes vestía una blusa color rosa, corte y caites color café, se dedica todos los días a vender en las calles aprovechando los semáforos en rojo, no habla muy bien el español, es desconfiada respecto a brindarme información, proviene de un departamento y vive en la capital para trabajar, respecto a septiembre, desde el primer día del mes hasta la quincena vende banderas de Guatemala; las pequeñas para el interior del carro son a 2xQ5, las medianas para exterior valen Q10 y las grandes que son las que usualmente utilizan quienes recorren las calles con antorchas se obtienen por Q25. Durante el día vende entre 2 a 5 unidades, no es mucho tomando en cuenta que mientras conversabamos tenía al menos 20 banderas en sus brazos, tiene sentido ya que no es la única vendedora del mismo producto en el sector, habían alrededor de 10 vendedores más. La venta del símbolo patrio no ha disminuido ni incrementado conforme el paso de los años, se mantiene igual según la experiencia de Rosa.
No accedió a una fotografía lo cual no me asombró porque eso caracteriza a los vendedores callejeros, el miedo y la necesidad de obtener el sustento mínimo diario a costa de extensas jornadas de trabajo. Así que, 2xQ5 me parece un precio accesible para apoyar a los vendedores que están detrás de las banderas, avanzamos más cuando nos echamos la mano y de paso llevamos con nosotros un pedacito de Guatemala 🇬🇹 .
Foto: Valerie









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