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ESTAMPAS DEL CORAZÓN ⚽️

  • Foto del escritor: Valerie Rodas
    Valerie Rodas
  • 3 sept 2022
  • 3 Min. de lectura

Me imaginaba yo a una persona diciendo a este sobre sí le coloco estadio, a este no, a este sí le coloco a Ronaldinho, a este no. Pero, lógicamente, de adulta y con la facultad de comprender la industrialización y el impresionante trabajo que realizan los ingenieros, supe que todo acontecía a través de una máquina. Y ahí está uno, con la emoción de sentir el frágil empaque del sobrecito de estampas, con ansias de saber si al rasgar el papel saldrá algún rostro conocido.


Es la primera vez que me doy el privilegio de comprar una caja de estampitas, y lo hice con la única intención de recordar la ilusión de infancia cuando el álbum del mundial de fútbol salía a la venta, sabiamente mis papás no gastaban su dinero en eso, uno que otro sobre para calmar la euforia del momento bastaba. Tengo en la memoria la Sexta Avenida de la zona 1 de la ciudad, repleta de cajas de estampas y también los alrededores de la 8 calle y 8 avenida, allá por el extinto almacén “Los Dos Leones”. Sucedía lo mismo sobre la 7 avenida, allí donde cambian monedas extranjeras era también punto de intercambio de la locura futbolera.


En aquellos rincones existía un ambiente que aparentaba ilegalidad, niños y adultos de toda clase social barajaban las estampas como si estuvieran en un casino apostando en el póquer, los vendedores no quitaban los ojos de sus valiosos cartapacios llenos de ilusiones; automóviles sospechosos bajaban sus vidrios para hacer ofertas, las figuritas más cotizadas eran subastadas a precios que no coincidían con el costo de un simple pedacito de papel, pero el valor aumentaba considerablemente según la pasión, fascinación y devoción por el futbolista o equipo estrella de la época.

Los recreos en los establecimientos educativos eran más parecidos a una zona peligrosa de irregularidades, y digo peligrosa porque ahí estaban las coordinadoras, maestras y todo personal docente supervisando que nadie intercambiara o vendiera estampas, y es que aquello podía causar molestias a algunos padres y uno que otro inconveniente de mochilas y loncheras. Aunque por supuesto, para la divina juventud y pubertad, no hay supervisión que sea suficiente para evitar sus inocentes intenciones.


Panini hizo el primer álbum y una jugada maestra al registrar los derechos para el mundial de fútbol Mexico 70’. Dicen, porque yo ni pensaba en asomarme a este mundo, que en ese momento las figuritas no eran autoadhesivas sino de cartón y se pegaban con pegamento, la pesadilla de cualquier padre de familia. Está de más mencionar la cantidad millonaria de álbumes y cromos que se han vendido alrededor del mundo desde aquella dorada época.


Aunque no llené un álbum, recuerdo que lo que me gustaba era admirar la belleza de algunos jugadores, a la fecha sé lo mismo de fútbol que en aquel entonces, soy de las que gritan apasionadamente “goool” cada 4 años únicamente, aún con ello, veía constantemente la página del álbum donde estaba Michael Owen. Y los recuerdos compartiendo en familia desfilan en mi mente y corazón. Así fue también en esta ocasión, nos desvelamos en casa por la emoción de llenar el control de autoadhesivos y cuando sentimos, entre risas, anécdotas y música, habíamos abierto 104 sobres en un par de horas, grabando así memorias como estampas en el corazón, eso sí, mis gustos definitivamente han cambiado o ya no hacen igual a los jugadores porque no encontré mi flechazo futbolero.


Según información de Panini, los álbumes y figuritas se imprimen en Italia y Brasil, no existen más ni menos estampas de un jugador ni de otro, ni es posible que en el mismo sobre salgan cromos repetidos por la forma en que se preparan las áreas de impresión, corte y empaque en un sistema completamente inteligente y automatizado, así que, estimado lector, es todo cuestión de suerte al parecer, y lo creo porque intercambiamos estampas con mis vecinos, cual niños emocionados por el azar, y en su caja tuvieron varias decenas de repeticiones, en mi caso, apenas 14 estampitas y de los más cotizados sólo me faltó el español al que muchos reprochan por haberle sido infiel a la intérprete del icónico Waka-Waka de la Copa Mundial de Fútbol 2010.


Ahora, cuénteme usted sus memorias que para eso es este espacio.




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