GUARDIAS VEMOS...
- Valerie Rodas

- 24 sept 2018
- 3 Min. de lectura
Como no me dejaron entrar a mi mascota al restaurante del pollo con sombrero y el hambre apretaba, irresponsablemente le dejé un momento dentro del carro, con ventilación natural para no sentirme tan mal, comí lo más rápido posible y regresé al vehículo a esperar al resto de mis acompañantes. De pronto se acercó el guardia de seguridad del parqueo, muy platicador, y qué se va a imaginar uno los problemas que enfrentan el día a día los guardias, él es originario de Petén y tiene 25 años de edad.
“-Mire seño mi trabajo es cuidar los carros y organizar el parqueo, la gente no entiende y se enoja con uno, dos horas de cortesía se dan si usted consume aquí, estoy viendo yo cómo se van a otro lado y regresan a las 5 horas, me dan el ticket, les digo que vayan a pagar lo extra y se enojan con uno, uno no es bruto…” empatizo con su molestia y me sigo interesando por sus anécdotas, me muestra un video en su celular del pueblo de donde es originario, veo un río y hermosos paisajes, percibo la nostalgia que tiene al estar lejos de casa y mientras platicamos me cuenta que ya no terminó los estudios de Bachiller en Mecánica porque decidió cruzar la frontera pero lo agarraron en Houston y tuvo que volver directo a buscar un trabajo.
Ser oficial de seguridad es lo que llamó su atención y respecto a sus aspiraciones como oficial me asegura emocionado que está ahorrando para una “Beretta”, me muestra la foto de una en su celular, es una pistola valorada en más de Q13,000, y es que con esta ya puede ser guardia independiente; mes a mes la empresa de seguridad para la que trabaja le permite asistir al “Polígono de Tiro” para practicar con el arma que tiene actualmente; él aprobó sus pruebas con un alto punteo por su precisión al disparar, directo al corazón; mi curiosidad buscaba saber si había herido a alguien a lo que me responde: “-Mire seño esto no es juguete, yo tengo una licencia y una confianza que me dieron a mi para tener esta arma, yo soy profesional en disparar no como los ladrones o patojos que disparan a cualquier lado o la gente prepotente que le ve cara de indio a uno y creen que por eso lo van a asustar a uno mostrándole el arma... para empezar el arma no se anda mostrando y hasta que uno está en peligro de amenaza puede accionar, una vez siendo custodio de un repartidor, balearon el camión, no quise disparar porque eran niños y se fueron corriendo, es triste ver eso y otra vez aquí en el parqueo un señor me sacó el arma diciendome que yo me había robado la mochila de su carro, se le mostraron las cámaras de seguridad y se tuvo que calmar y ya no hubo necesidad de disparar…” mi perrita interrumpe la historia con un ladrido, él me dice que qué bonita es.
Seguimos platicando ahora respecto al orden de los parqueos “-Yo tengo un orden que seguir aquí para parquear los carros y organizarlos y por eso se ponen conos, la gente se quiere parquear donde sea y hasta me pasan tirando los conos, la verdad seño es que es cansado estar lidiando y nuestros turnos son 18x3, trabajamos dieciocho días de corrido y descansamos tres... yo ya pedí mi traslado porque sólo problemas son aquí en este parqueo...” y me quedo pensando en que yo, en ocasiones, he sido de esas personas que él menciona queriendo estacionar en donde yo creo es lo correcto, “alegando” por los conos; vale la pena conocer perspectivas para empatizar con la labor de cada quien.
Le pregunté qué fin persigue para su vida y su respuesta me sorprendió, después de todo lo que habíamos hablado creí que quería escalar profesionalmente en el ámbito de la seguridad, pero no fue así, con una sonrisa soñadora me aseguró que él solamente quiere juntar lo suficiente para emprender otro intento de cruzar la frontera y llegar a Estados Unidos. Las personas a quienes esperaba que terminaran de comer llegaron finalmente al carro y la plática con este joven guatemalteco finalizó, ellos sonrientes observando la escena me dijeron “-Valerie, seguro ya hay historia para el blog…” no tengo fotos porque todo fue muy inesperado y espontáneo y esas para mí son las mejores experiencias. ¡Saludos O.!
Foto/ilustración: Valerie Rodas









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