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LOS ESCULTORES DEL MÁS ALLÁ 💀

  • Foto del escritor: Valerie Rodas
    Valerie Rodas
  • 1 nov 2019
  • 2 Min. de lectura


Más de 500,000 personas visitarán el 1 de noviembre las tumbas de sus seres queridos en el Cementerio General y para las marmolerías del sector esto significa temporada alta. El mármol es una roca metamórfica de textura maciza, formada por rocas calizas que sometidas a altas temperaturas, sufren un proceso de recristalización. Es conocido y destinado a diversos usos desde el era Paleozoica hace más de 440 millones de años. Es también sinónimo de lujo, el Taj Mahal está edificado con esta roca. Existen diversas clases y colores dependiendo su pureza, el mármol de Carrara, de origen italiano es de lo más finos, una pequeña plancha puede costar hasta Q12000 mientras que el mármol originario de Guatemala tiene un valor aproximado de Q400 en el mismo tamaño, Zacapa es uno de los departamentos de donde se extrae este material.

Esto me lo contó el propietario de una marmolería frente al Cementerio General, él es médico de profesión, graduado de la USAC, sin embargo su interés siempre estuvo en el negocio familiar que existe desde hace un par de décadas. El teléfono no deja de sonar para confirmar pedidos o datos con el grabador en el taller que está a unos pasos del local, es época de muchas entregas, en la banqueta los mensajeros esperan impacientes recibir los encargos que servirán el día de todos los santos. Octubre representa para una marmolería entregar más de 20 lápidas diarias durante el mes ya que muchos conmemorarán a sus muertos con un mármol nuevo, hay de todos los precios y gustos, la más común cuesta Q450, sin detalles que puedan ser extraídos ya que en el Cementerio General, los delincuentes los robarían, incluye entonces el grabado del nombre, fecha de debut y despedida en este mundo, alguna frase bíblica comúnmente y una figura alusiva a la eternidad; las que están exhibidas para elegir los diseños tienen datos ficticios. De las curiosidades del negocio cabe mencionar la que a algunos nos cuesta imaginar, la propia muerte, guatemaltecos que llegan a elegir y pagar su propia lápida, llevan fotos y su epitafio, su fecha de nacimiento y queda en blanco la del día final, con un comprobante que se le debe entregar a alguien de confianza y más joven tal vez, será suficiente para grabar posteriormente lo pendiente.

La muerte nos espera a todos, más vale saber qué nos gustaría que dijera nuestra identificación cuando alguien llegue a dejarnos flores, en el mejor de los casos. Un saludo a los escultores del último adiós. 👻🇬🇹




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