PENSAMIENTOS, DESALENTADORES, DEL ENCIERRO 🦠
- Valerie Rodas

- 2 jul 2021
- 2 Min. de lectura
En la calle transita un hombre con un megáfono cantando una canción alusiva a Jesús, su voz se pierde con el bullicio de los motores de motocicletas y automóviles que circulan con la misma afluencia de febrero del 2020. El país está totalmente abierto, con medidas flojas y estamos pasándonos los semáforos rojos, sin importar consecuencias.
Rusia y las “Sputnik” son el tema del momento, ya nadie se pregunta de la efectividad de las vacunas, muchos opinan pero pocos leen al respecto, tampoco importa ya si la inmunización entra en conflicto con creencias religiosas porque aunque en esta época de “libertad” se ridiculice la fe, son motivos válidos para quien cree; en este momento gran parte de la población busca desesperadamente, vacunarse, en contraste las redes sociales están llenas de publicaciones, insaciables de atención, de algunos guatemaltecos que utilizaron sus privilegios para vacunarse en el extranjero, y está bien, cada quien hace lo que puede para sobrevivir, la problemática es que hay quienes pueden mucho menos que otros.
En Guatemala apenas si se cubre la necesidad de inmunización y en el interior del país ni siquiera hay puestos de vacunación, una tremenda desigualdad que más temprano que tarde tendrá fuertes consecuencias, para todos. Un gobierno corrupto, desorganizado y desinteresado por el bienestar de los ciudadanos, hizo un negocio nefasto para el país, tal como la gestión de las últimas décadas; desafortunadamente para el pueblo y afortunadamente para los zánganos, a varios guatemaltecos nos enseñaron desde la infancia que lo mejor es “no meterse” que “nada va a mejorar” y así se nos pasa la pandemia siendo espectadores de un robo descarado de millones de quetzales pues ¿qué más da uno o mil millones más?
Los hospitales están colapsando, cada vez con más frecuencia la muerte visita un hogar; los casos aumentan cada día afectando a niños, jóvenes, adultos, ancianos y aún así ya no nos interesa mucho contener el virus, a algunos porque ya les dio, pocos ya tienen la vacuna y se consideran totalmente inmunes, otros ya no tienen ganas de cuidarse, también estamos los que creemos que nos cuidamos bien y hay quienes perdieron todo en un año por lo que contagiarse es lo de menos.
Y ahí sigue el coronavirus, con sus variantes escurridizas, burlándose de la humanidad, sacando lo peor del mundo; terrible es que hubo países ricos que compraron, por adelantado, vacunas para proteger hasta el 200% de su población dejando a los países más pobres sin protección, la avaricia le ganó a la bondad y eso a la larga saldrá caro. El personal de salud y educación sigue siendo poco valorado, la ciencia y la economía tienen más peso mientras que el coronavirus se sigue riendo a carcajadas del desastre que somos para convivir en armonía e igualdad.
Y así parece ser que la pandemia no terminará porque como seres humanos, supuestamente racionales y gregarios, de esta situación, no hemos aprendido, casi nada. No me malinterprete, estimado lector, este país me gusta mucho, trato de exaltar siempre lo bueno, lo bello, pero la situación actual es innegable.
Aquí le dejo, por si gusta leer, todos mis “pensamientos” con una perspectiva durante cada etapa del confinamiento.
Parte I abr-2020
https://www.elblogdevalerie.com/post/pensamientos-del-encierro
Parte II jun-2020
https://www.elblogdevalerie.com/post/pensamientos-del-encierro-ii
Parte III sep-2020
https://www.elblogdevalerie.com/post/pensamientos-del-encierro-iii
Parte IV dic-2020
https://www.elblogdevalerie.com/post/pensamientos-de-fin-del-encierro








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