SIN RUMBO

Días que transcurren despacio, horas sin motivo, lluvia que enfría los huesos, calor que estremece lo que queda de piel; una lucha constante contra el pensamiento perdido y algunos recuerdos que a veces lo encuentran distraído, risas de desesperación, lágrimas de consuelo, gritos de terror, ¿habrá conocido el amor?

Aturdido por silencios espesos, arrastrando un cuerpo cansado, sucio y enfermo en su casa que es el pavimento, ¿qué estará pagando desde hace tanto tiempo?

Miradas clavadas en su debilidad, muchas más que ignoran su humanidad. Alza los puños enfrentándose a la vida, huyéndole a la muerte aunque en este mundo ya no viva.

Sin nombre que recuerde, vagabundo, es como le llama el mundo.